En el aspecto económico, el municipio depende principalmente de la agricultura y la ganadería. Sus tierras planas, bajas y montañosas, poseen condiciones naturales para el desarrollo de la explotación agropecuaria en gran escala. Para efectos productivos, actualmente el municipio se encuentra distribuido en dos subregiones naturales: Subregión Sierra del Perijá y la subregión algodonera, las cuales tienen diferentes alturas y varios tipos de climas, haciendo que se presenten diferentes usos de la tierra.
En el área del municipio se cultivan especies agrícolas, desde los 180 metros sobre el nivel del mar hasta las zonas agrícolas altas en la Serranía del Perijá donde se destaca el café y el aguacate, así como algunos frutales y cultivos. En gran escala se cultiva el algodón en las áreas planas, destacándose el municipio por su alta productividad, que dio paso a la instalación de una desmotadora, durante el periodo de auge del cultivo en el ámbito nacional.
También se cultiva sorgo, yuca, maíz, arroz, patilla, tomate, plátano, cacao, fríjol y otros productos que le dan buena dinámica a la economía local. Otro significativo renglón de la economía sandiegana es el de la ganadería, especialmente con la cría de ganado vacuno de doble propósito; que en los últimos años ha dado un notable incremento a la producción lechera, a partir de la cual no solo se aporta una significativa cuota a las procesadoras y pasteurizadoras de la capital del departamento, sino que al mismo tiempo se ha incrementado la creación de micro-industrias caseras, de la producción de derivados lácteos, especialmente fabricantes de queso y suero de muy buena calidad; los cuales han motivado una destacada demanda en el mercado regional, ya que estas empresas han ido introduciendo innovaciones en los procesos productivos, como la pasteurización y el rediseño en el empaque y embalaje, dando como resultado productos acabados de mejor calidad que los tradicionalmente generados en la región, lo cual aporta un considerable valor agregado a la producción local. A lo anterior, hay que sumar como factor que representa fortaleza para la economía municipal, el hecho de que tal vez debido a la calidad de su suelo y al tipo de pastos que generan, el área de San Diego es reconocida nacionalmente como la productora de la leche de más alto rendimiento para el desarrollo de procesos industriales orientados a la producción de derivados lácteos, ya que estudios físico-químicos y análisis bromatológicos de laboratorio que se le han practicado, la señalan como la leche que contiene mayor cantidad de sólidos por volumen. Esta característica hace que las Leches que se producen en el medio, tengan mayor demanda en los mercados nacionales.
Debido a este hecho, las comercializadoras nacionales de la capital del departamento, tienen buena acogida y son reconocidas en los mercados de Bogotá, Bucaramanga, Medellín y Barranquilla, como ofertantes de leche de muy buena calidad, la cual es adquirida para el desarrollo de los procesos industriales que realizan las fábricas de derivados de esas ciudades.
En el campo de las especies menores se crían ovinos, caprinos, aves y porcinos en pequeña y mediana escala. Y recientemente se han desarrollado experimentos piscícolas con resultados hasta ahora satisfactorios. El panorama socioeconómico de San Diego, descrito con una variada gama de posibilidades, pues cuenta con un considerable número de ventajas comparativas, permiten augurarle al municipio un desarrollo económico promisorio, pues salvo algunos sectores que se deprimen debido a circunstancias coyunturales, en el transcurso de la que ha sido su vida municipal, ha demostrado buena capacidad e iniciativas propias para el manejo de los derroteros de su progreso.
Serán sus hijos, los llamados a cerrar filas en torno a lo que crean que debe ser el porvenir de su pueblo, con aquellos planes y proyectos que les permitan consolidarse económica y socialmente, como centro agroindustrial de vital interés para la economía regional.